Hemos impartido un curso escolar de acercamiento al piano, intentando motivar a nuestros alumnos cada semana desde el aprendizaje y el descubrimiento de cosas nuevas. Hemos despertado la curiosidad por este instrumento, una curiosidad que resulta clave para empezar a tocar desde edades tan tempranas.
A medida que los niños superaban cada canción, incorporábamos nuevos elementos para desarrollar la disociación de sus deditos y el reconocimiento de las teclas y su sonoridad. En definitiva, disfrutaban al mismo tiempo que potenciaban sus capacidades cognitivas, físicas, emocionales y sociales. ¡Nuestros jóvenes intérpretes lo han dado todo!